Con un mal movimiento del rey...

Hace tiempo me enseñaron que un hombre no es hombre sin su mujer , que un príncipe no es príncipe sin su princesa y que incluso un niño pequeño no es feliz sin esa pequeña niña que juega con el todos los días es un parque, que si un día ella no iba él se sentaba con su madre en un banco y movía los pies con la esperanza de verla entrar por esa pequeña verja que separa la acera de la arena de ese parque, que cuando la veía entrar el corría hacia ella para darle el abrazo mas sincero que nadie daría nunca. También que ese príncipe muere si su princesa vive encerrada en una torre sin poder verla y es capaz de luchar contra dragones y brujas solamente para poder estrecharla entre sus brazos, sentir su olor acariciando su nariz y sentir la calidez de sus labios fundiéndose con los suyos y cerrando los ojos mientras se dan ese tierno beso, para así disfrutar del momento más deseado de él, tenerla a ella. También que ese hombre no es feliz cuando al llegar del trabajo no la ve a ella tirada en el suelo jugando con sus hijos y con los pelos de una loca, no es feliz si no siente al cogerle la mano su alianza, y que un adolescente no es adolescente sin que esa chica no se enfade aguantando la risa por si ha hecho algo mal, no es feliz sin ver su sonrisa cada día, sin decirle "buenos días princesa" y sin picarla y darle un beso después mientras le dice que es broma y tampoco es feliz sin que esa chica ponga sus brazos alrededor de su cuello se ponga de puntillas y que en un cálido y silencioso susurro le diga que lo quiere. Para darme cuenta de todo esto tuve que jugar al ajedrez y darme cuenta de que con un mal movimiento, el rey, acaba muriendo sin su reina.

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