La fábula del columpio

Paseamos por los parques y parece que todo lo que está ahí es un simple juego de niños, los tubos toboganes, los samboris dibujados en el suelo, los trocitos de madera elevados que simulan un puente, los toboganes normales y corrientes, los mini muros de escalada, los columpios....
Quizás hoy sea un día en el que el parque está más vacío de lo normal, no hace mucho sol, y quizás haga demasiado aire para que los niños jugueteen corriendo de una lado al otro... Un niño se sube en un columpio y su madre le empuja porque no sabe impulsarse él mismo, lo que su madre no sabe es que el columpio simboliza algo más que una simple silla agarrada con cadenas de hierro a una estructura que lo mantiene en el aire. 
Con un simple columpio un niño podrá aprender a familiarizarse con las subidas y bajadas de la vida humana, lo hará poco a poco y sin correr ningún riesgo, y aprenderá también la lección más importante de todas:

                 "Por mucho impulso que te des, por muy alto que llegues, nunca podrás dar la vuelta entera"

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