En el país de los ciegos, el tuerto es el rey.

Ama a quien te ama, no a quien te ilusiona, porque en el país de los ciegos el tuerto es el rey. Que cada dos pasos que avances uno ara que retrocedas y que por favor, que les follen a los que fallan. Que nunca sabes lo tienes hasta que lo pierdes, pero que si lo pierdes es porque jamás fue tuyo. Que si se cerró una puerta es porque tienes preparada una ventana muchísimo mejor. Que la curiosidad mato al gato y que jamás hay que buscarle los tres pies a este. Jamás busques, porque las mejores cosas llegan cuando menos te lo esperas. Que la vida son dos días, pero que dos y dos siempre son cuatro. Que las cosas de dos acaban siendo de tres, y que si alguien te roba una sonrisa, ya vendrán tiempos mejores. Que no hay amor que este lejos ni distancia sin kilómetros. Que hay que mirar fijamente a la Luna a los ojos y decirle que la vida es puta, que quien algo quiere algo le cuesta. Y que equivocarse es, la mejor forma de aprenderse la respuesta correcta.

Lo siento cabeza pero,haré caso a mi corazón


Esta mañana me he levantado antes de hora, no tenía sueño, estaba muy fresca y tomé la decisión de beber un poco de agua y repasar para el examen que tenía en vez de quedarme en la cama descansando, simplemente me había levantado para hacer otra cosa que no fuera dar vueltas en la cama mientras mi cabeza daba vueltas ella sola y sin mi permiso.

No sabía lo que me pasaba sigo sin saberlo, el día ha transcurrido bien, he estado feliz y contenta cuando he llegado a casa he entrado con una sonrisa, pero después de comer me tumbé en el sofá a descansar un rato y no me ha sentado bien, poco a poco notaba como iba cansándome y notaba que mi cabeza estaba haciendo de las suyas, pero ¿por qué? No me ha dado explicaciones y todavía sigo sin saber porque le sigue dando vueltas a algo que no tengo ni idea de que es, pero me provoca bajón. Me siento rara, no se lo que me pasa pero no quiero que me siga pasando, estoy acostumbrada a la felicidad infinita y puede que me esté dando cuenta de que esa felicidad infinita no existe, creo que mi cabeza quiere que ponga los pies en la tierra de una vez, que deje de andarme por las nubes de bote en bote, saltando de una a otra con una sonrisa de oreja a oreja, pero yo no quiero eso, yo quiero seguir viviendo en mi mundo perfecto lleno de felicidad, donde lo malo allí no existe, donde solo hay cosas que me gustan, cosas buenas, donde no lloro porque en mi mundo no existe el dolor, donde puedo sentir que la felicidad es infinita.

Parece que mi mente se empeña en hacerme creer que ese mundo no existe y que debo poner los pies en la tierra de una vez por todas, pero lo siento cabeza yo muchas veces te escucho, he estado mucho tiempo dejándome llevar por ti y rechazar lo que me decía el corazón, ahora esto se acabó no te niego el no escucharte pero si te digo que haré lo que me pida el corazón en cada momento, porque para él la felicidad sí que es infinita.

La felicidad para mí es infinita!

Creí que la felicidad era infinita y que una persona podría ser feliz siempre de por vida, que nada le amargaría ni le quitaría sus ganas de ser feliz, yo era así y pensaba así, pero cuando me tropezé y me caí no supe levantarme, me caí y me hundí y allí en el suelo me dí cuenta de muchas cosas, me dí cuenta que no todo era de color de rosa, que existe el dolor y el dolor está muy lejos de la felicidad, me dí cuenta de que no estaba sola en el suelo que había miilones de personas allí, unas lloraban otras intentaban levantarse y volvían a caer, otras lo conseguían y yo, yo no hacía nada, me quedé mirando y pensando, me dí cuenta de que a veces dos más dos no son cuatro que todo depende, me dí cuenta de que no todo es blanco o negro, que también existe el gris, me dí cuenta de que para levantarse había que tener mucho valor, allí en el suelo me dí cuenta de que aquellos que piensan que la felicidad no existe infinitamente más bien es finita son aquellos que se levantan con más fácilidad, me dí cuenta de que por eso yo no podía levantarme porque pensé que todo era felicidad, pensé que la trsiteza era algo pasajero y que no duraba más de varias horas, me dí cuenta de que solo aquella gente que te quiere es la que intenta levantarte, me dí cuenta de que aquellos que piensan que le felicidad es infinita viven felices siempre hasta que se la pegan contra un muro y caen y entonces son a los que nos cuesta más levantarnos. Eso sí yo ahora estoy en el suelo, pero pienso levantarme y luchar y por supuesto voy a seguir creyendo que la felicidad es infinita porque así seré la persona más feliz del mundo mientras esté de pie.