Se trata de dibujar en tu espalda el mapa de mi vida

Créeme, que he aprendido que los conciertos están para dejarse los pies, y la voz. Que los besos a escondidas saben mejor. Que un baño de agua fría a veces sienta tan bien como uno de agua caliente. Ahora sé que no hay calcetines para el pie izquierdo, ni para el pie derecho. Que los tacones a las cuatro de la mañana en una fiesta, ya no están en los pies. Que las medias se rompen muy fácilmente, y que el pintalabios rojo no se borra de las camisas blancas. Y lo más importante, sé que de siete días a la semana, yo te quiero ocho.
Que el infinito empieza donde tus caderas, y que si sonríes, el mundo entero se detiene y se te queda mirando. Jugando a sobre pasar los límites, desafiando a lo imposible; improbable. Que aunque espere, se hará eterno el ver pasar tus piernas por las estrellas, corriendo tras tus sueños, esos sueños que tambíen son los mío. Que la primera norma siempre ha sido sonreír, aunque viniera con segundas, y vivir sin sentir, volando por encima de cualquiera, con tus rarezas, aunque algunos digan que eres especial, para mi no solo eres especial para mi eres TODO. El mirar cada paso que das, y que de tus errores aprendes. Y que cuando me abrazas, las palabras están de mas, y todo eso del mirar como se bebe el mar y le guiña el ojo a la luna, que dices que es solo, 'diferente'. Que no tiene sentido, pero es por lo que se lucha.
Nunca se lo había dicho, pero me maravilla su capacidad de aguante, como soporta las derrotas y, aun así, volvía a por más. Y ahora vengo a proponerte mil mañanas junto a miSe trata de romper todos los putos relojes y colgarme en tu sonrisa, de desabrocharte la camisa y dibujar en tu espalda el mapa de mi vida, de llevarte a una esquina, y de besarte hasta dejarte sin aliento. Se trata de levantarme cada día a tu lado, sin ninguna explicación.

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